Mi viaje por el Bullet Journal —La productividad es, en gran parte, una cuestión de constancia.

Ideas que me marcaron, parte 6

Camilo Andres Hurtado Erasso
4 min readJan 22, 2021
Photo by Faye Cornish on Unsplash
  1. En palabras de Aleksandr Solzhenitsyn: «Los errores son grandes maestros cuando somos lo bastante sinceros para admitirlos y estamos dispuestos a aprender de ellos».
  2. Sean cuales sean los obstáculos o retos a los que te enfrentes en el camino, recíbelos con curiosidad. Acéptalos y examínalos haciendo pequeñas preguntas. Que el miedo, el orgullo o la impaciencia no te priven de la oportunidad de preguntar. Como dijo Carl Sagan: «Hay preguntas ingenuas, preguntas tediosas, preguntas mal formuladas, preguntas surgidas de una autocrítica inadecuada. Pero todas las preguntas son deseos de entender el mundo. Las preguntas tontas no existen».
  3. La productividad es, en gran parte, una cuestión de constancia. Una vez te sacas de la cabeza la idea de que tienes que trabajar a velocidad vertiginosa, te puedes concentrar en el proceso. A falta de fuerza de voluntad sobrehumana, es la única manera de persistir.
  4. Puedes elegir concentrarte en todas las razones por las que no puedes o puedes buscar algún otro caminito por el que sí puedas. Si no estás contento con tu vida, pregúntate: ¿qué pequeña cosa puedo hacer mañana que hará que mi vida sea un poco mejor? A lo mejor es llamar por teléfono a un amigo, salir de casa unos minutos antes para ir por el camino bonito en un día soleado o vaciar la silla que no ves porque está llena de ropa. De nuevo, buscamos cualquier victoria, por pequeña que sea. Pon el listón tan bajo que puedas hacerlo y regístralo como una tarea en el Bullet Journal. Hazte la misma pregunta al día siguiente. Encuentra algo, cualquier cosa, que mejore un poco tu vida. Puedes ponerte en contacto con aquel amigo cuyo nombre surgió en aquella llamada ayer o tomarte un café en aquel sitio tan moderno que descubriste de camino al trabajo por la ruta bonita u ordenar un cajón del armario.
  5. Sigue haciendo esto cada día durante un mes y haz un seguimiento en el Bullet Journal. Antes de que te des cuenta, habrás reconectado con gente que te importa, descubierto nuevos e interesantes sitios y te gustará volver a una casa que está menos desordenada. Habrás reducido ese espacio entre donde estás y donde quieres estar. Así es como las pequeñas acciones inspiradas por pequeñas preguntas pueden tener un impacto positivo exponencial en tu vida. Pregunta a pregunta, tarea a tarea, estás cultivando un camino sostenible de mejora continua y cambios buenos, paso a paso.
  6. Como nuestra vivencia del tiempo es tan relativa, es fácil olvidar que es un recurso finito. Antes de darnos cuenta, nos quedamos sin tiempo.
  7. La calidad de nuestro tiempo está determinada por nuestra capacidad para estar presentes. (Me sorprende haber encontrado esta frase en el libro sobre el Bullet Journal, un libro que uno pensaría es sobre cómo organizar el tiempo, las actividades, planes y objetivos en un cuaderno con un lapicero nada más, y encontrarla tan relacionada con mis hasta ahora escasas lecturas sobre yoga acerca de las cuales también he publicado notas acá en Medium, y con libros como El Poder del Ahora de Eckhart Tolle.
Imagen tomada del libro Bullet Journal.

8. Mihaly Csikszentmihalyi, el doctor en psicología húngaro que acuñó el término Flujo (creo que otros lo llaman también La Zona), dedicó su carrera a estudiar qué hace feliz a la gente. Durante su investigación entrevistó a creativos de todos los campos, desde pintores a poetas, pasando por científicos. Todos describieron un estado ideal en el que su trabajo parecía cobrar vida propia. Algunos lo describían como extático. La raíz de la palabra éxtasis procede del griego ekstasis, que significa «estar fuera de uno mismo». Csikszentmihalyi sugiere que esta sensación es el resultado de una mente tan ocupada con una tarea que no puede procesar conscientemente la experiencia del yo. Fluimos cuando estamos completamente dedicados a algo. Es en ese momento, cuando estamos totalmente presentes, cuando desbloqueamos todo nuestro potencial productivo y creativo. Entonces, ¿es posible crear ese flujo? El flujo, como la felicidad, es algo que no se puede forzar. Pero, si somos estratégicos en nuestro uso del tiempo, podemos crear las condiciones para que sea más sencillo que se dé el flujo.

9. Podemos desactivar el sentimiento de “obligación” parcelando el tiempo. Tal y como sugiere el nombre, parcelar el tiempo aísla una actividad determinada en una cantidad concreta de tiempo. Esta técnica está diseñada para que dediques toda tu atención a algo permitiéndote que solo te concentres en eso durante un periodo de tiempo predefinido. Parcelar el tiempo añade dos ingredientes motivacionales claves a una tarea que has estado posponiendo: estructura y urgencia.

10. La clave para crear flujo consiste en equilibrar el reto que supone la tarea con nuestro nivel de habilidad. Si no tenemos las habilidades para una determinada tarea, entonces esa tarea puede rápidamente provocarnos ansiedad y agobiarnos. Las parcelas de tiempo nos permiten reducir una tarea y mejorar de forma gradual nuestras habilidades en el proceso. Con el tiempo, esto puede disminuir el reto que supone. Por otro lado, si una tarea no requiere casi esfuerzo, nuestra capacidad para implicarnos en ella es muy baja. En este contexto, la parcelación de tiempo puede usarse para incrementar el reto porque genera cierta sensación de urgencia.

Continúa con parte 7 aquí.

--

--

Camilo Andres Hurtado Erasso

https://linktr.ee/camihurs. Engineer by training, entrepreneur by inspiration, and writer by vocation. Lover of reading and writing. Martial artist, teacher.